Mi padre arreglaba muchas cosas con un palillo, cuando no era viejo, claro, pero no era un manitas, esta es una figura casi desaparecida. El manitas era un señor, señora (esta es otra tontería de ahora, antes habría dicho un señor y basta), que lo arreglaba todo, desde el coche, la tele, la radio, una tubería, pintar el piso, empapelar, etc etc, solía haber uno en cada familia, y la verdad es que era muy útil. Como decía, esta figura ya prácticamente desaparecida, ha sido sustituida por el inútil, o el incompetente.
Actualmente poco se repara, a menudo habréis escuchado esta frase: «Uy, arreglar esto es muy difícil, es mejor que compre uno nuevo». O bien, «tiene que ir al servicio técnico oficial». Explica Juli Capella en el periódico de hoy que la asociación americana Repair.org está reivindicando algo que antes era obvio y ahora no tanto: el derecho a arreglar el producto que has comprado. Históricamente las grandes empresas han preferido monopolizar este derecho, nos dicen que sólo ellos son competentes y fiables, cuando lo que es seguro es que son los más caros. Arguyen que se violan sus patentes y el copyright. Pero no es cierto, es totalmente legal la reparación por tu cuenta. Una vez has comprado un bien, como propietario tienes derecho a arreglarlo de la manera que te parezca, y no pueden ejercer ningún control sobre cómo decidas modificarlo, repararlo o revenderlo.
En el mundo de los automóviles sucede lo mismo. Una vez acaba la garantía, huyendo del sevicio oficial del automóvil, hay que ir al mecánico de toda la vida, mejor y más barato, el problema radica en que con su progresiva computerización, han aprovechado para atarnos a su servicio técnico, ya que sólo ellos disponen del software adecuado. Antes, podías ir con cualquier vehículo a cualquier taller, ahora debería seguir siendo igual. El caso contrario es una práctica abusiva, incoherente con el liberalismo que proclama el sistema. Y el derecho a reparar no es sólo un acto de libertad, es asimismo un ahorro, no sólo económico, sino también medioambiental.
Hace unos meses se me rompió el cambio de la bicicleta, repararlo, me salia más caro que lo que me costó nueva la bicicleta, esta es otra, aparte de que reparar debe dar mucha pereza. Es mejor que te compres una nueva, fue la respuesta del mecánico. Solución, por solo 70€ encontré una de segunda mano en Cash&Converters.
La asociación Repair.org ya tiene acuerdos con varios sectores y ha conseguido leyes favorables en varios estados de EEUU que le dan la razón. Además, se constata que las empresas que ofrecen una posibilidad abierta de reparación están consiguiendo más favor del público. Una vez más, comprar se muestra como la solución más fácil, reparemos, reparemos que algo ganaremos. Pongamos un McGiver en n uestra vida.